¿Qué bebía, de hinojos en aquella maleza
Circundada de tiernos boscajes de avellanos,
Entre la bruma tibia y verde de la siesta?
¿Qué podía beber en ese joven río,
-¡Olmos sin voz, cielo oscuro, césped sin flor!
En gualdas cantimploras, sin mi choza querida?
Haciéndome sudar, algún áureo licor
Parecía el equívoco cartel de una taberna.
-Una tormenta borró el cielo. Al atardecer
El agua de los bosques huyó hacia arenas vírgenes,
Dios en los charcos carámbanos dejó caer.
Lloré mirando el oro -y no pude beber.
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4 comentarios:
Locamente agradable! me gusta! me gusta mucho!
Tengo una mejor tradución, Alelí, de este fragmento de "Una temporada en el infierno", el alucinante poema de Rimbaud.
No hubo ni hay poesía mejor.
Es para leerla en la cama....
Besos....
eh, DON COCORASTUTI, espero que ande sano y vivo, y menos triste.
COCORASTUTI
con ANGIE estamos preocupadas por tu estado de salud, avisá a algún blog si estás bien
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