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Alelí, todo fue una broma,

ahora lo recuerdo,

tan descuidado soy...,

y es que fui

puro deseo...,y las chicas..., hoy,

con un saludo

huyen de mí.

Acaso una sola verdad

hubo en mi vida

tan vacía de pleno amor,

y hoy...,entre las tinieblas

de este no tocar...:

¡esa verdad sos vos....!

No importan amoríos de ayer

todo se desvanece

hasta que queda

un vago arrepentimiento.

Oigo cantar ahora a Salvatore Adamo

canciones de los '60

y vuelvo a los años de las bellas canciones.

Como al sentirte

puedo creer sentir

esa piel

que rozó la mía...,

en una época más joven

en unas noches más generosas.

Porque, Alelí, sos mía,

de algún modo mía en un mundo

que gracias a vos

se llena de esperanza.

Ningún poema se ha escrito:

sólo es deseo de tu piel,

simplemente,

sólo es deseo de vos.

Carlos.