viernes, 14 de agosto de 2009

Pensé en escribirle a Gatito unas palabras.
El era Dios en la Tierra.

Ya no pienso, escribo lo que quiere el corazón.

Gatito no debió morir nunca.

Creo que Dios abandonó el mundo desde que Gatito murió.
Fin del verano del 2008.
Yo siempre decía, y dejé escrito, que Dios no destruía el mundo porque estaba Gatito.

Hay tres gatos que son su hijos, pero no es lo mismo.
No me extrañaría que hoy mismo este absurdo planeta desapareciera....
¿Qué puede importarle a Dios que esto siga...?

Yo me quedé sin mí aquel día.
Fue otro mundo, repleto de hijos de puta que Dios desprecia.
El Universo fue creado para que Gatito existiera.

Sin él nada tiene sentido.
Lo supe siempre, desde aquel 20 de febrero del 2000 en que lo encontré.

¡Con qué ganas probaría la amarga cápsula de cianuro esta misma tarde...!

06:22 p.m. 14/08/09

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